viernes, 31 de agosto de 2007

Cálculo imbécil

Hey tú, si tú, joven, que estés estudiando en la universidad, te has preguntado alguna vez en tu convulsionada vida ¿Cuántas neuronas tendrás tras terminar tu vida universitaria? Para comenzar, debemos partir de la base que con una vida relativamente sana y normal una persona que ha alcanzado su madurez fisiológica debiera tener alrededor de 100 mil millones de neuronas. Hasta aquí, pensarás, todo bien, - soy un Einstein en potencia, pues tengo neuronas tanto o más estrella hay en el cielo-. Pero, acaso, con una mano en el “cucharón”, ¿ha sido sana tu vida? Datos a considerar: 1 cc de alcohol de unos 20º destruye alrededor de 90000 neuronas; 1 cigarro, unas 300000; 1 “caño” cerca de 1 millón; 1 hora de estudio universitario, unas 10000, 1 hora sin sueño, 100000. Recuerdas esos “inocentes” años de colegial en que comenzaste a frecuentar aquellos eventos sociales que tanto nos gustan; considera en promedio unos 4 vasos de alcohol y un “pitito” una actividad de este tipo a la semana y que una buena edad promedio para comenzar con éstas es de unos 14 años; realizando los cálculos se arroja una cantidad aproximada de 38 mil millones de neuronas. Junto con los anteriores vicios comenzó otro que va muy de la mano que es el cigarrillo, el cual por lo general presenta frecuencia diaria; asumiendo un promedio diario de unas 10 unidades, sumamos a la cuenta unas 12 mil millones. Ahora, pasando a tu vida actual, toma en cuenta las, en promedio, las 3 horas diarias que dedicas a estudiar tus ramos y las en promedio 30 horas mensuales perdidas en sueño; realizando los cálculos pertinentes se llega a unasescasas 67 millones. Total: 50 mil 67 millones de neuronas eliminadas. En conclusión, ¡en menos un tercio de tu vida te habrás consumido la mitad de tus neuronas!, sin pensar en que después tendrás que trabajar, sacar postgrados cabronsísimos si quieres ser competitivo, formar una familia y bueno, no pararás hasta por lo menos los 65 años; y lo más trágico: las neuronas no se regeneran.


Autor: Marito

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