viernes, 31 de agosto de 2007

Negativin


Recorro San Joaquín, con ánimo de ánima silenciosa, cuidadoso de mantenerme en la homogeneidad de la multitud. Nadie puede notarme, no deben distinguirme.

Los rostros que veo cada día por estos rumbos me desagradan, rostros alegres y felices, ¿De que ríen?

Se la pasan, en su mayoría, entre estudio, soledad y carretes sin sentido, ¿De que cresta se alegran?

Como si un título o sus vacías conversaciones diarias fueran a cumplir sus expectativas de vida. Obviamente muchos ya han perdido de vista hasta cuales eran sus expectativas, las van reacomodando para poder soportar el peso de su fracaso, el fracaso de no ser honestos con ellos y su mundo.

¿Sabrán lo vacíos que están? ¿Notaran la angustia que los rodea?
Naaa, San Joaquín es un mundo de ensueño, tu entras y fácilmente olvidas lo que hay cruzando la calle o el vacío que traes contigo.

No hay comentarios: